Taller con Keith Johnstone. 1º día.

Calgary

24 enero

En definitiva es una mañana más en Calgary, el tren es lento como la nieve acumulada, e interrumpe el tránsito hacia el puente que cruza el río congelado. Los menos cinco grados son considerados poco menos que calor en esta época, el teatro de Loose Moose, mítica compañía de Impro, está cerrado hasta que Frank Totino nos lo abre. 

Somos once de tres países, y mientras algunos toman fotos y otros se cambian, aparece Keith Johnstone, un tipo grande de edad, de porte, de historia. Para nosotros once, no es una mañana más, tiene algo de inimaginado y esperado a la vez. 

Pintoresco detalle: Keith entra a la sala y yo estoy con los pantalones por las rodillas, mis calzoncillos largos blancos y asi quedo, semiagachado mirándolo en pausa mientras me cambio. Una mañana más.

Los saludos de rigor y el inicio con Sergio Panqueque Dominguez -un Mamut artífice de esta locura- de traductor simulténeo.

Ejercicios. Volver a estar del otro lado. 

Probar dosis de fracaso, mirar, escuchar, reír, asentir con la cabeza, apuntar.

Fueron seis horas de ejercicios, algunos clásicos y conocidos; y reflexiones, que podían reconocerse o complementar las releídas en su libro Impro. Si debo resumir la búsqueda de hoy, supongo que se trata de alcanzar, o retomar, una espontaneidad honesta, una honestidad espontánea.

Sentirse bien en escena con uno y con el otro, no desde un discurso ingenuo, sino desde una práctica consciente y aceptada. Aceptar desde la libertad, no por el mandato técnico, aceptar como una bienvenida al juego, no como un dogma prestablecido. De eso se trató, de eso se trata.

Éstos son un puñado de apuntes encomillados tomados un día más, el primer día de taller con Keith Johnstone:

Defendiendo los objetos en escena: “Cuando menos cosas hay en escena, más verbales nos ponemos.”

“Inventé muchos juegos, pero nunca pensé que habría espectáculos enteros de improvisación hechos sólo de juegos”

Ante un ejercicio: “Díganse ustedes mismos que éste un juego muy difícil, así no serán tan duros con su fracaso.” 

"Nos enseñan a odiar y temer el fracaso...qué estupidez más grande, si con el fracaso aprendemos."

“Si todas las escenas de un espectáculo de Impro son maravillosas, seguramente el espectáculo no será demasiado bueno”